La búsqueda de la verdadera belleza

¡Hola! Soy Puri. Purificación. Confieso que nunca me ha gustado mi nombre. Mi abuela, quien me lo regaló, siempre me decía: “¡Pues si no te gusta, vas y te lo cambias!”. Nunca lo hice, y me alegro porque ahora, unos cuantos años más tarde, me encanta porque me conecta con mi proceso de autoconocimiento y de volver a mi esencia, a mi “core”, quitando capita de cebolla tras capita de cebolla.

Siempre he sido una buscadora inquieta y una apasionada de la escuela de la vida. Desde pequeña he sido muy curiosa, todo me llamaba la atención y me encantaba aprender. Siempre estaba “feliz”. De hecho durante mi beca en México mi nombre de guerra era “¡Alegría Alegría!”.

Sobre los 39 años tuve una profunda crisis que supuso un punto de inflexión. Descubrí que no era feliz con mi vida. Aparentemente lo tenía todo, no podía quejarme, un buen marido, una hija maravillosa, familia, amigos, un negocio propio que funcionaba bien, salud… pero no era feliz. Me sentía vacía, desmotivada y triste. ¿Cómo podía ser?. Había tocado fondo, y cuando has tocado fondo solo puedes ir para arriba. Me puse a buscar “La Felicidad”.

Dicen que cuando el alumno está preparado, llega el maestro. Mi primer gran maestro fue mi querido Borja Vilaseca, durante el “Máster en Desarrollo Personal y Liderazgo” en la Facultad de Economía de la Universidad de Barcelona. Curiosamente, la misma facultad en la que veintiún años antes había estudiado Administración de Empresas. Desde entonces no he dejado de admirar a Borja y tenerlo presente. Luego llegaron muchos otros maestros e inspiraciones.